¿Como hacer la limpieza de conductos de extracción de humos?.

¿Qué son los conductos de extracción de humos?

Los conductos de extracción de humos son esenciales en cualquier cocina donde se produzca vapor, gases y contaminantes. Están diseñados para eliminar estos elementos del ambiente y expulsarlos al exterior a través de un sistema de ventilación. Desafortunadamente, si no se mantienen correctamente, puede convertirse en un peligro potencial para la seguridad e higiene.

Es por eso que es crucial asegurarse de que los conductos estén limpios y libres de obstrucciones. No solo garantiza la buena calidad del aire dentro del establecimiento, sino que también cumple con las normativas sanitarias y ayuda a prevenir incendios.

 

Importancia de mantener los conductos limpios

El mantenimiento adecuado y la limpieza regular ayudan a prolongar su vida útil, reducen los costos operativos y mejoran el rendimiento del equipo, lo que resulta en una cocina más segura e higiénica.

En resumen, mantener los conductos de extracción de humo limpios es imprescindible tanto desde el punto de vista operativo como sanitario; por ello te explicare a detalle cómo realizar esta tarea correctamente.

 

Preparativos antes de la limpieza

 

Antes de proceder con la limpieza de los conductos de extracción de humos es importante tomar ciertas medidas de precaución para garantizar la seguridad del personal y un trabajo exitoso. Aquí te presento algunas recomendaciones:

– Herramientas necesarias: Necesitarás algunos elementos básicos como guantes resistentes, gafas de protección, mascarilla antipolvo, aspiradora industrial, cepillo a medida, espátula raspadora, detergente desengrasante y trapeadores.

– Medidas de seguridad: Es importante contar con una escalera estable o andamio que permita a los profesionales acceder a todos los lugares en los que se requiera trabajar. Es importante realizar un reconocimiento detallado previo para identificar las áreas más peligrosas y colocar cintas o barreras para prevenir accidentes. Asegúrate de desconectar toda la electricidad antes de comenzar el trabajo y cubrir cualquier elemento cercano que pueda ser dañado accidentalmente en el proceso. Además, es necesario seguir las normativas y regulaciones específicas para cada país respecto al mantenimiento y limpieza periódica obligatoria por ley.

Ten en cuenta esto antes de comenzar con la limpieza propiamente dicha. Una vez tomadas las medidas pertinentes estarás listo para comenzar con el proceso completo.

 

Cómo limpiar los conductos de extracción de humo

 

Para limpiar los conductos de extracción de humo, se deben seguir los siguientes pasos:

1. Acceder a los conductos: esto puede implicar la necesidad de retirar alguna parte del sistema de ventilación para poder acceder adecuadamente a la zona a limpiar.

2. Inspección visual: Antes de iniciar con la limpieza se debe realizar una inspección visual de los conductos para identificar el grado del ensuciamiento y determinar qué herramientas específicas son necesarias para llevar a cabo el proceso.

3. Limpieza preliminar: Con un cepillo o paño suave, retire cualquier polvo o mugre superficial en las paredes interiores sin presionar tanto como para dañarlas.

4. Aspirado: Una vez eliminado el polvo y mugre superficial, es necesario utilizar una aspiradora fuerte con filtros HEPA para recoger todo el polvo y residuos generados durante la limpieza. Esta medida evitará que las partículas circulen por la casa.

5. Limpieza profunda: A continuación, se debe aplicar un serpenteante manualmente desde uno y otro extremo del ducto diseñado especialmente para arrastrar todos aquellos residuos más persistentes y eliminarlos al final del proceso.

6. Desinfección: Para terminar, aplique algún sanitizante líquido especial que sea capaz de eliminar bacterias, hongos u otros microorganismos generados en estos espacios debido al calor generado por las llamas.

Una vez finalizado el proceso, es importante llevar a cabo otra inspección visual para verificar que todos los conductos hayan sido completamente desinfectados y limpiados correctamente antes de volver a poner en marcha el sistema de extracción de humos.

 

Pasos a seguir para una correcta limpieza

 

  1. Preparar el área: antes de empezar con la limpieza, se debe preparar el área que rodea a los conductos. Se deben cubrir todas las superficies cercanas para evitar la propagación de polvo y suciedad.

    2. Acceder a los conductos: esto puede implicar la necesidad de retirar alguna parte del sistema de ventilación para poder acceder a los conductos con facilidad.

    3. Retirar la acumulación inicial: una vez dentro del conducto, se debe retirar toda la acumulación inicial visible y accesible que pueda estar obstruyendo el paso del aire.

    4. Aplicar una solución limpiadora: después de retirar la acumulación inicial, se debe aplicar una solución limpiadora al interior del conducto con un rociador o cepillo. Es importante asegurarse de utilizar una solución adecuada al tipo de material de los conductos.

    5. Utilizar herramientas especializadas: para alcanzar todos los rincones y ángulos internos del conducto, es recomendable utilizar herramientas especializadas como cepillos flexibles y aspiradoras industriales con filtros HEPA.

    6. Eliminar todo residuo remanente: una vez que se ha eliminado toda la acumulación y suciedad del interior del conducto, se debe eliminar cualquier residuo remanente utilizando un aspirador potente o trapos húmedos.

    7. Revisión final: antes de finalizar la tarea, es importante realizar una revisión final para verificar que no quedó ninguna obstrucción o material restante en el interior del conducto.

    Siguiendo estos pasos, se lograrán conductos de extracción de humo limpios y en óptimas condiciones para un correcto funcionamiento. Es importante recordar que este proceso debe ser llevado a cabo por profesionales capacitados y con experiencia en el mantenimiento del sistema de ventilación.

 

Frecuencia y mantenimiento – Con qué frecuencia debemos llevar a cabo esta tarea.
– Consejos para el mantenimiento adecuado

 

La limpieza periódica es crucial para garantizar que los conductos se mantengan en buen estado y para evitar riesgos potenciales. Una frecuencia recomendada para llevar a cabo la limpieza varía según el uso, algunos expertos recomiendan al menos una vez cada 6 meses, mientras que otros sugieren realizarla más a menudo, especialmente si se trabaja con aceites o grasas calientes.

Además, existen acciones y consejos específicos que pueden contribuir al mantenimiento adecuado del sistema:

– Realizar comprobaciones periódicas sobre el funcionamiento general del sistema.
– Es importante contar con un equipo de expertos en el área para realizar la limpieza ya que conocen las técnicas adecuadas y debido a los riesgos presentes.
– Verificar regularmente la ventilación del área circundante cercana a donde están instalados los conductos para identificar cualquier obstrucción o irregularidad.
– Siempre asegurándose del correcto funcionamiento del sistema eléctrico y verificar cables temperatura resistente. También es importante asegurarse que no haya fugas o juntas desgastadas.
– Mantener una buena higiene dentro del área de trabajo, recoger residuos u otra suciedad presente constantemente.
– Finalmente, anotar la fecha en la cuál fue realizada por última vez esta actividad para llevar un control más eficiente