Por qué es importante el mantenimiento de tu campana extractora

Hemos sido testigos recientemente de un episodio bastante dramático en el que por suerte no hay que lamentar daños humanos. Se trata del incendio de una hamburguesería de la localidad de Aldaia en Valencia perteneciente a una famosa cadena de origen estadounidense.

El fuego se originó en la freidora y alcanzó la campana extractora. En pocos minutos las llamas arrasaron el local que fue evacuado a tiempo.

El incidente se podría haber evitado, sin duda. Pero veamos antes de hablar de cómo evitar este tipo de accidentes qué es y qué hace una campana extractora.

Qué es y qué hace una campana extractora

Se trata de un electrodoméstico que incorpora un ventilador en la carcasa que lo recubre. Se instala sobre la cocina donde tiene lugar la combustión generalmente de gas que utilizamos para cocinar los alimentos.

La función del ventilador es aspirar el humo generado por la combustión, los olores emanados por los alimentos, el vapor y el calor. Por la acción extractora del ventilador, las emanaciones pasan por un filtro metálico que atrapa la grasa y los residuos restantes acaban siendo expulsados al exterior del edificio a través de conductos apropiados instalados a tal efecto.

Las diferentes partes de una campana extractora

Una campana extractora se compone de 3 partes básicas. La más visible es la falda o campana donde se recogen los gases. En su interior encontramos un filtro donde se recogen las partículas (generalmente de grasa) que están en suspensión.

Este filtro impide que la suciedad y grasa se depositen sobre las paredes de la campana o sobre el ventilador.

Este último elemento, el ventilador, es el responsable de la extracción mediante el motor que lo acciona.

Por lo demás, sus dimensiones y potencia de extracción deben ser adecuadas al caudal de residuos que es necesario extraer y el tiempo que estará en funcionamiento. No será necesaria la misma potencia para una cocina del hogar que una cocina del restaurante de un hotel, el comedor escolar o un bar.

Si bien es cierto que la extracción de aire caliente va a provocar un mayor consumo en la climatización, como contrapartida obtendremos un aire libre de olores y contaminantes.

¿Qué tiene en cuenta la normativa sobre campanas industriales?

La normativa sobre la instalación de campanas de extracción en cocinas está basada en criterios de seguridad para los trabajadores y para el propio local o edificio donde esta se encuentra.

Todas estas normas están recogidas en la norma UNE 100165. Se puede consultar aquí.

Pero veamos ahora qué es lo que justifica esta normativa y qué es lo que se debe estandarizar y por qué.

Debe abarcar la totalidad de la zona de cocción y para ello se estandariza que la falda o campana sobresalga al menos 15 cm por cada lado.

Los filtros de retención de grasas serán metálicos debido a las altas temperaturas que se alcanzan en la zona por la cocción de alimentos. Además, deberán tener una eficacia mínima del 90%.

Los filtros de la campana deben estar inclinados entre 45º y 60º sobre la horizontal. Esto hace que la aspiración de los vapores y humos sea más fácil con lo que el motor no necesita tanta energía.

También en esta normativa se estipula la velocidad del paso de aire mínima aceptable. Pero como los filtros no están limpios en todo momento, la norma establece el mínimo tanto si el filtro está limpio como si está sucio entendiéndose que, si la velocidad no llega al mínimo necesario, la limpieza es obligada.

Debido a que la cocina de gas emplea fuego para la cocción, el peligro de que las llamas hagan contacto con la grasa depositada en los filtros se debe evitar en la medida de lo posible. Por ello se establece en 1,2 m la distancia que debe mediar entre los fuegos y los propios filtros. Además, deben distar 0,5 m de otros focos de calor.

En las cocinas de restaurantes, bares, y colegios suelen estar en el interior de los edificios. El mobiliario y las instalaciones se adaptará, como es lógico al espacio existente. Pero al tratarse de lugares concurridos por varios trabajadores, la ventilación debe estar garantizada.  El mínimo establecido está en 10 l/s·m².

También se establece que la propia cocina esté construida en depresión. Así se garantiza que las emanaciones se dirijan hacia el punto de extracción y no afecten a edificaciones o locales adyacentes.

Se tiene en cuenta asimismo la temperatura exterior que se introduce en la cocina. Esta debe oscilar entre un mínimo de 14ºC en invierno y un máximo de 28ºC en verano.

Mantenimiento de la campana extractora

La campana extractora es todo un mecanismo compuesto por piezas móviles y que normalmente ha instalado un profesional. Por este motivo, lo óptimo es que, al efecto de proceder a la limpieza de cada una de sus partes, también atienda un profesional especializado.

Una limpieza profunda debe ser hecha regularmente y no sólo atender a los filtros retenedores de grasa. Obviamente esta es la pieza más complicada y laboriosa de lavar, pero hay otras que al cabo del tiempo también hay que higienizar y desinfectar como los ductos y el motor eléctrico del sistema de extracción.

Este motor y los conductos de extracción no siempre son de fácil acceso. De hecho, se trata de todo lo contrario y por eso siempre es mejor confiar en un equipo de profesionales para esta labor que tenga experiencia en todo tipo de maquinaria.

Cuando la limpieza de la campana extractora ha finalizado, la empresa que la haya llevado a cabo debe poder entregar un certificado de limpieza e higienización.

El mantenimiento de este tipo de instalaciones, además de asegurar la ausencia de olores fuertes y humos, tiene el objetivo de que la cocina y el sistema de extracción funcionen de manera óptima evitando peligros para los integrantes del equipo de cocina y para los comensales.

Accidentes como el que hemos referido al principio son más frecuentes de lo que se suele pensar. Lamentablemente no siempre ocurren en lugares de tan fácil acceso para el cuerpo de bomberos y por ello lo mejor es entender el mantenimiento y limpieza de la campana extractora como una prioridad por la seguridad de todos.

Conductos de extracción en aparcamientos y garajes

No hace falta que nadie nos explique lo tóxico que son los gases emitidos por un coche en un lugar cerrado. Nuestro olfato es difícil de engañar y enseguida nos alerta de que es mejor no permanecer mucho rato respirando en esas condiciones.

Alguna vez ocurre que ponemos en marcha el coche para salir de nuestra plaza de garaje, pero nos detenemos un momento con el motor en marcha para cargar algo en el maletero o que suban nuestros hijos para llevarlos al cole. En estas situaciones nuestro sentido del olfato ya nos alerta de lo peligroso que son los gases producidos por la combustión de gasolina.

Pero la mala sensación que nos produce esto no es sólo efecto de la mala combustión. La falta de una ventilación adecuada hace que esos gases se queden concentrados en el garaje o aparcamiento subterráneo haciéndolos espacios desagradables y nocivos para nuestra salud.

Cómo afecta a nuestra salud la calidad del aire en aparcamientos y garajes

El listado de los gases emanados de la combustión ya asusta. A parte, los que percibe nuestro olfato nos son precisamente los más peligrosos. Estos que no detecta nuestra nariz son el dióxido de carbono (CO2) y el monóxido de carbono (CO). Siendo que son incoloros e inodoros, su acumulación en espacios cerrados no es apreciable y eso los hace más letales si cabe. Cada año cientos de personas pierden la vida por respirar dosis altas.

Según la OMS, el CO2 es un gas que, al producir una deficiencia de oxígeno, puede producir la pérdida de conocimiento y la muerte.

En el organismo, las moléculas del monóxido de carbono desplazan a las de oxígeno provocando daños neuronales y cardiovasculares.

Pero estos no son los únicos gases que pueden concentrarse en un garaje. También están el óxido de nitrógeno (NOx), hidrocarburos no quemados, compuestos de plomo, anhídrido sulfuroso y partículas sólidas.

El óxido de nitrógeno se transforma en ácido nítrico por oxidación en contacto con el oxígeno. Para no resultar alarmistas, tan sólo diremos que el ácido nítrico produce de forma inmediata irritación y quemaduras en altas concentraciones. Pero a largo plazo, aunque sea en pequeñas dosis, puede causar bronquitis crónica, flema, falta de aire e incluso cáncer.

Ventilación adecuada en garajes y aparcamientos

En Dukto llevamos años ocupándonos de que los conductos de extracción de aparcamientos y garajes den un servicio óptimo. Conocer los peligros que implica un cuidado negligente es parte de nuestro trabajo.

Por eso insistimos en que lo mínimo es cumplir con la legislación vigente del Código Técnico de Edificación para evitar males mayores y prevenir riesgos. Esto comprende evitar la acumulación de gases tóxicos y el peligro de incendio.

Para ello, el aparcamiento debe tener abertura de admisión de aire y otra de extracción por cada 100 m2.

Cuando la ventilación natural no es viable, se suele utilizar ventilación mecánica a chorro. Para su correcto funcionamiento, los conductos de extracción de aire deben seguir un estricto protocolo de limpieza y mantenimiento que posibilite 10 cambios de aire por hora.

Evitar peligros para la salud y garantizar la buena calidad del aire que se respira en garajes y aparcamientos es en lo que somos expertos en Dukto. Si necesita más información no dude en contactar con nosotros.